"Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra.
Y le enviaron discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres. Dinos, pues, qué te parece: ¿es lícito dar tributo a César, o no?
Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo.
Y ellos le presentaron un denario.
Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios, lo que es de Dios.
Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron." San Mateo 22:15-22
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