domingo, 30 de marzo de 2014
El hombre que teme a Dios
Sin fe, la gente acude a todas partes en busca de seguridad, incluso en las direcciones más inútiles y patéticas. La gente recurre incluso a las estrellas silenciosas, al estudio de los signos del zodiaco, va en busca de signos de buena suerte, echando su confianza por ahí como náufragos en una roca sobre la que aferrarse. Al profeta Isaías le fue revelado todo esto y hace casi 3.000 años, dijo: "Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?" (Isaías 8:19). El hombre que teme a Dios no teme nada. Esto es lo que el Señor dice: "No aprendáis el camino de las naciones, ni desmayéis por señales en el cielo, aunque sus naciones las teman" (Jeremías 10:2). Reconocemos nuestro Dios en toda su grandeza impresionante y su poder para salvarnos, y nada tiene mayor poder. Lo amamos y confiamos en Él. Reinhard Bonnke
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