Nada más dañino que aferrarse a lo que hiere. "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9).
Que estas dos mujeres (como tantas otras en el mundo) puedan tener un encuentro con el Señor para que las libere de sus ataduras y sane sus heridas. Solamente el Amor de Jesucristo sana y salva. Amén.
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